En el post de este mes hablaremos de cómo identificar correctamente la necesidad de mantener actualizado un detector de gas. Pero antes de continuar y para los que llegáis aquí buscando algo más de información, la definición y función básica de un detector de gas es la siguiente:

Se trata de un dispositivo que es capaz de detectar gases tóxicos y nocivos en el ambiente, con el fin de avisar al trabajador de un posible riesgo de intoxicación o asfixia en función de la zona de trabajo. Los usos más comunes aplican a trabajos en espacios confinados, entornos que suponen un riesgo potencial si el ambiente está contaminado.

Gases a detectar

Ahora que sabes el concepto base, es el momento de identificar los gases que uno de estos dispositivos es capaz de detectar. Tienes que saber que existen dos modelos: Los detectores mono gas, que solo detectan un gas determinado; y los multigas, que son capaces de detectar hasta cuatro tipos de gases diferentes.

Los gases a detectar son los siguientes:

• LEL: Atmósferas explosivas.
• H2S: Ácido Sulfhídrico.
• CO: Monóxido de Carbono.
• O2: Oxígeno.

Nota: Adicionalmente, también hay otros tipos de gases que pueden ser detectados por este tipo de equipos, como por ejemplo: NH3, CO2, CL2, C2H4O, HCN, NO, NO2, O3, PH3, SO2, H2.

¿Cuándo calibrar y revisar un detector de gas?

Cada fabricante es quien marca realmente el plazo para ello, pero por lo general y en la mayoría de los casos el consenso general marca que los detectores de un solo gas tienen una vida útil de 2 años, y cuando hablamos de equipos multigas, el plazo recomendado para ser calibrados es de al menos cada 6 meses. La calibración es necesaria para que el detector pueda garantizar la precisión en la medición.

Las revisiones periódicas de un detector de gas son indispensables para garantizar la integridad de un trabajador en entornos peligrosos, los gases son un “asesino silencioso” que no espera a que te des cuenta.

¿Cómo se realiza una revisión completa de un detector de gas?

Esta fase se ejecuta en dos partes:

• Calibración base: Se expone al equipo a una concentración de un gas conocido para que sirva como punto de lectura en el siguiente paso. Este proceso puede repetirse varias veces.
• Prueba funcional: Esta prueba mide la eficacia de los elementos sonoros que utiliza el detector para avisar al trabajador de que se ha sobrepasado el umbral permitido.

La calibración puede hacerse si cuentas con el equipo adecuado para ello; en caso contrario deberás usar un servicio externo como el que ofrecemos en Solo Epis. Si lo necesitas, nosotros nos encargamos de todo:

1. Te recogemos el equipo.
2. Los calibramos y revisamos.
3. Te lo entregamos junto con la documentación que acredita su correcto funcionamiento.

Si lo necesitas, puedes echar un vistazo a nuestra lista de detectores de gases, que ya llegan listos para ofrecer al trabajador la seguridad que necesita. Si ninguno de los disponibles te encaja y necesitas alguno que detecte un gas diferente o alguna necesidad específica como una calibración o sustitución de algún sensor, puedes utilizar el siguiente formulario para ello.

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